martes, 7 de febrero de 2017

Como amar a un libro.

Foto de biblioteca del aula
Los estudios más recientes han revelado algo que en realidad ya habíamos previsto. Leer no es solo algo entretenido, sino que nos permite agilizar nuestra memoria, mejorar la comprensión, la ortografía y además, nos permite estimular la imaginación.

Hoy en día, cuando le preguntamos a los niños "¿Te gusta leer libros?", una gran mayoría responde que no. Como amante de la lectura que soy, una respuesta como esta me parte el alma, y me lleva a preguntarme el porqué de una respuesta tan mayoritaria.

Hay muchas posibles respuestas al porqué no les gusta, como la falta de motivación por parte de padres o la mala elección del libro. Pero creo que un error que se comete con ellos es el mal fomento de la lectura en los centros educativos. Hay que recordar que la escuela lleva años reproduciendo una educación tradicional, pero que a día de hoy, se topa con nuevas corrientes, en este caso, pedagógicas, que intervienen con nuevos factores. Desde pequeños se les asignan libros que, al parecer, no suelen hacerles ilusión, y por eso creo que una cosa que deberían hacer es mejorar esta elección, y una vez elegida la lectura, avanzar en clase, o hacer actividades didácticas relacionadas con ella. Por ejemplo, si el libro trata sobre los objetos celestes, ir a un planetario, o ver diferentes tipos de videos.
Foto de superprota.com

Además, la influencia de los padres en enorme. Ver a los padres leer diariamente es una manera de hacer que los niños sientan intriga y curiosidad. Algo que también se debe tener en cuenta es que no hay que hacer que se sientan obligados, porque de esta manera le cogerán manía al hábito de leer. Por eso los padres poco a poco tienen que ir motivándolos, buscando libros entretenidos, leyendo con ellos, o dejar libros en rincones estratégicos de la casa para que así, si el niño o niña se topa con ellos, pueda cogerlo por si mismo, aunque solo sea para ojearlo. Aparte de las que acabo de citar, hay otras muchas maneras de hacer que los niños lean por afición, pero, claro, eso implica el esfuerzo y la dedicación de todos. Aquí dejo un enlace que lleva a una página donde ofrece más maneras para fomentar la lectura.  

Si tanto padres como maestros y profesores pusieran un poco más de su parte, y sacaran partido de los medios disponibles, podrían hacer de la lectura algo entretenido, divertido y apasionante tanto para los niños como para ellos.